Realismo

El realismo se comienza en la segunda mitad del siglo XIX, alguno de los hechos históricos que influenciaron a los artistas de esa época son: la revolución industrial, las revoluciones políticas y las revoluciones burguesas.

Los artistas de esta época pintaban aspectos de la vida cotidianas tratado de un modo objetivo sin idealización ni pintoresquismo. Lo novedoso fue los temas, la manera en que tienen de afrontar la realidad.

La técnica es tradicional, esto hace referencia a que las obras no tenían luces, sombras, figuras ni colores oscuros.

Algunos de los artistas más representativos son

Tehodoro Rousseau

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Jean-Baptiste Camille Corot
 Jean-Baptiste Camille Corot nació en París, en una casa desde la que se tenía una perspectiva del palacio de las Tullerías, el Sena y El Louvre. De familia acaudalada, Corot recibió una educación burguesa y realizó sus estudios secundarios en la ciudad gótica y normanda de Ruan, entre 1807 y 1812, tales estudios le marcaron definitivamente. Allí vivía con un amigo llamado Sennegon, lector de Jean-Jacques Rousseau y próximo a las ideas ilustradas, de quien adquirió el gusto por la naturaleza. Continuó su formación en Poissy y al concluirla, manifiesta su deseo de ser pintor, pero su padre se opuso a ello y lo empleó como aprendiz en el negocio familiar. Camille, sin embargo, dedicó casi toda su jornada laboral a dibujar, por lo que la familia terminó por aceptar su vocación y financió su formación artística.

      El Coliseo visto desde los jardines Farnesio












El Coliseo visto desde los jardines Farnesio junto con otros cuadros fueron elegidos por el propio Cort para reprecentar su obra en el museo del Louvre después de su muerte. Para él el viaje a Roma había significado el descubrimiento de la lunimosidad de los lugares del Mediterraneo, en lugar de las huellas de la cultura clásica antigua. Los dos puntos de vista, pintados en el aire libre en los jardines de Farnesio en la colina Palatina, no son tanto los "retratos" de los monumentos, como las investigaciones de los volúmenes y planos de colores, y los efectos de los rayos del sol sobre las flechas, cubiertas y el follaje. Durante su estancia en Roma, Corot fue un gran núneros de experimentos técnicos, con la esperanza de hacer en la pintura lo que estaba viendo.