lunes, 23 de abril de 2012

Neoexpresionismo

Es el primer movimiento de posguerra alemán que se enfrenta a su propia historia, asumiendo el vacío de la época nazi, a la cual ironizan y ridiculizan.
En Estados Unidos, específicamente en Nueva York, se difundió con gran éxito la obra de los neoexpresionistas alemanes, ejerciendo una gran influencia sobre los artistas neoyorquinos, los cuales retoman este estilo; sin embargo, en los Estados Unidos los artistas desarrollan planteamientos estéticos muy diferentes unos de otros, creando una obra menos homogénea que la alemana.

Su temática abarca numerosos motivos que van desde la representación del héroe, mitologías nacionales e individuales hasta símbolos de poder de todo tipo. A pesar de ser figurativos no pretenden realizar una reproducción fidedigna de la realidad. Sus figuras son esquemáticas y tratan de seleccionar los rasgos más expresivos.

El neoexpresionismo destaca por obras de gran tamaño, con una técnica agresiva: el "dripping", mediante el grueso empastado de las pinturas al óleo, principalmente.  Mezclan arenas, yeso y paja con la pintura.
 Generalmente son obras figurativas, aunque sin rechazar la abstracción. Utilizan gamas cromáticas amplias, con intensos contrastes cromáticos.




El pintor Jörg Immendorff es uno de los artistas alemanes contemporáneos de mayor renombre y uno de los más comprometidos políticamente. Ya de joven y animado por su maestro Joseph Beuys, Immendorff comienza a inmiscuirse desde mediados de los años sesenta en el acontecer político de la República Federal Alemana (RFA).




Su logro más famoso es el Café Deutschland
serie, iniciada en 1977 y continuó hasta los años ochenta.
Su discoteca imaginario se encuentra en la frontera este-oeste, una organización independiente
territorio en el teatro burlesco de la política a la guerra fría,
identidad nacional, y la batalla del legado artístico se juega
noche tras noche en todos sus subterfugios y el drama. Este
serie de trabajo tiene su arquitectura inicial de Renato
Guttoso del Café Greco, pero en la pintura después de
pintura cambia el "ángulo de la cámara, el mobiliario es
reorganizado, y la acción se refleja en la perspectiva retorcida
del espectador no tan inocentes.

En este Café a partir de 1984, Immendorff ya ha predicho
la reunificación alemana. A la izquierda del lienzo de Brandenburgo
Puerta, con sus cuatro caballos apocalípticos, cae a través de la
bar tomando con él la capa de hielo cubriendo el país.
A la derecha, un impotente, a largo enterrado Hitler mira hacia el
futuro desde una perspectiva borrachín, al tiempo que se llevó por
garras venenosas. Como de costumbre, el artista observa el
escena se despliegan desde su mesa de ringside cómodo.

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